Carolina Soto sorprendió este lunes a toda su comunidad virtual cuando decidió hacer pública una situación que le produjo una indignación total. Todo partió cuando a través de su cuenta oficial de Instagram, sitio en donde tiene más de 173mil seguidores, la cantante relató una bochornosa experiencia que tuvo en un restaurante especialista en pastas italianas.
Es que según relató la propia Carolina Soto en un nuevo registro publicado en las historias, solicitó un pedido en aquel local de comidas a través de una aplicación 'delivery' pero cuando llegó el plato todo fue asombro: debió abonar un total de 18mil pesos por la comida que escasamente alcanzaba para una porción.
"Chiquillos, vengo a contarles algo bien penca que pasó”, partió diciendo en el 'clip' la exparticipante de "¿Quién es la Máscara?" sobre la comida que encargó. Pero luego, agregó: “Pagué 18 lucas. Cachen la porción”, mientras enfocaba el plato en cuestión que a simple vista no tenía nada de extraordinario, más bien todo lo contrario.
Luego, la cantante nacional contó que se comunicó con el emprendimiento gastronómico muy enojada pero no obtuvo ningún tipo de respuesta satisfactoria. "Llamé para decirle que en la página no dice nada", explicó en referencia a que el sitio no detallaba el tamaño de las porciones. Y para cerrar, fue bien áspera:“Es un abuso esta cuestión, te creo que estamos en la inflación, pero nunca tanto", manifestó notablemente indignada.
Lo cierto es que después del fastidioso descargo de la exrojo, en donde funó sin ningún tipo de problemas al lugar en donde había comprado, fue la propietaria de este último quien salió a comunicar su propia versión del caso. Precisamente, esta persona aseguró que, al contrario de sus dichos, le dieron todas las posibillidades para remediar el inconveniente de mal gusto.
Tal es así que Ángela Castañeda explicó que "el plato en sí sale aproximadamente 13mil pesos, pero también hay que considerar que la que menciona Soto son 20 raviolis rellenos de salmón, más 300 gramos de salsa pesto, que se hace con albahaca fresca, aceite de oliva y queso parmesano italiano, no marca nacional. Son pastas artesanales. Son medio kilo", detalló.
Pero la cuestión no quedó solo allí ya que la dueña puso a la luz la situación de cómo habría sido el llamado de la artista. "No sabía quién era porque lo único que hacía era gritar por teléfono. Logré entender que lo que reclamaba era por el tema del tamaño de la porción y por el valor, eso rescaté, porque era tanta su ofuscación y yo no entendía lo que estaba pasando. Quedé en 'shock'”, expresó.
Pero además, según lo revelado por esta señora, Carolina Soto "fue prepotente y no quería solución". "Está bien el enojo, pero también soy una persona que está detrás del teléfono, se lo hice saber a ella. Me dijo: ‘Yo no te he insultado’. Efectivamente no hubo ningún garabato de por medio, pero el respeto también se basa en que hable la otra parte", argumentó.