Jueves 28 de Diciembre 2023
TURISMO

La Antártica chilena: un viaje al continente blanco

Te presentamos uno de los destinos más aclamados por los viajeros.

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Escrito en ENTRETENIMIENTO el

La Antártica es el continente más austral y más frío del planeta, un lugar de belleza indescriptible y de importancia para la ciencia y el medio ambiente. Chile tiene una estrecha relación con este territorio, que reclama como parte integrante de su soberanía desde el siglo XIX.

Chile fue el primer país en establecer una base permanente en el continente antártico, en 1947, y actualmente cuenta con 13 bases operativas que realizan diversas actividades científicas, logísticas y de apoyo a la comunidad internacional. Además, Chile es uno de los países fundadores del Tratado Antártico, que regula el uso pacífico y la cooperación en la Antártica desde 1959.

Visitar la Antártica chilena es una experiencia única e inolvidable, que permite conocer un mundo de hielo, nieve y vida silvestre. La forma más común de llegar es por vía aérea desde Punta Arenas, la ciudad más cercana al continente blanco, ubicada a unos 990 km al norte.

Desde Punta Arenas se puede tomar un vuelo charter hasta la base Presidente Eduardo Frei Montalva, la principal base chilena en la Antártica, situada en la isla Rey Jorge. Allí se encuentra el aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin, que opera durante todo el año y recibe vuelos nacionales e internacionales.

Desde la base Frei se puede acceder a otras bases chilenas como la base Profesor Julio Escudero, donde funciona el Instituto Antártico Chileno (INACH), o la base Presidente Gabriel González Videla, ubicada en la bahía Paraíso. También se puede visitar la base rusa Bellingshausen o la base china Gran Muralla.

Otra forma de llegar a la Antártica chilena es por vía marítima, a bordo de cruceros o buques que zarpan desde Punta Arenas o Ushuaia (Argentina) y navegan por el estrecho de Magallanes, el canal Beagle y el pasaje Drake hasta llegar a las islas Shetland del Sur o a la península Antártica.

Durante el viaje se pueden apreciar impresionantes paisajes de glaciares, icebergs, montañas y fiordos, así como avistar una variada fauna marina como ballenas, focas, pingüinos y aves. Algunos cruceros ofrecen actividades como kayak, senderismo o camping en el hielo.

La mejor época para viajar a la Antártica chilena es entre noviembre y marzo, cuando las condiciones climáticas son más favorables y los días son más largos. Sin embargo, hay que estar preparado para enfrentar temperaturas bajo cero, vientos fuertes y cambios bruscos del tiempo.

La Antártica chilena es un destino que desafía los sentidos y que invita a descubrir un mundo fascinante y misterioso. Un viaje al continente blanco es una oportunidad para conocer la historia, la cultura y la ciencia que se desarrolla en este territorio, así como para admirar su naturaleza prístina y su biodiversidad única.