Valdivia es una ciudad ubicada en el sur de Chile, conocida por su belleza natural, su historia y su cultura. Es un destino turístico que ofrece diversas atracciones, como el río Calle Calle, el Parque Oncol, el Museo Histórico y Antropológico, el Jardín Botánico y el Mercado Fluvial. Pero lo que muchos no saben es que Valdivia también tiene un secreto numismático que la hace aún más interesante: la moneda de 10 pesos chilenos.
La moneda de 10 pesos chilenos es una de las más comunes y cotidianas del país, pero también una de las más variadas y valiosas para los coleccionistas. Desde su primera emisión en 1976, esta moneda ha cambiado varias veces de diseño, material y tamaño, lo que ha generado diferentes series y variantes que se distinguen por sus características únicas.
Entre estas variantes, hay una que destaca por su rareza y su relación con Valdivia: la moneda de 10 pesos de 1990, conocida popularmente como la “mula”. Esta moneda tiene un error de acuñación que la hace especial: en el anverso, donde debería aparecer el escudo nacional, aparece el huemul, el animal nacional que figura en el reverso de las monedas normales. Este error se debe a que se usó un cuño del reverso en el lugar del anverso, creando una moneda con dos caras iguales.
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La moneda de 10 pesos de 1990 es una de las piezas más apreciadas de la numismática chilena, ya que se estima que solo se acuñaron unas 300 unidades con este defecto. Su valor puede llegar a los 50.000 pesos, dependiendo de su estado de conservación. Pero lo más curioso es que la mayoría de estas monedas se distribuyeron en Valdivia, por lo que se cree que esta ciudad es el lugar donde se originó el error.
La razón de esta distribución se desconoce, pero se especula que pudo deberse a un descuido, una broma o una venganza de algún empleado de la Casa de Moneda. Sea como sea, lo cierto es que Valdivia se convirtió en el epicentro de este fenómeno numismático, y que muchos de sus habitantes y visitantes han buscado y encontrado estas monedas entre sus pertenencias o en el comercio local.
Así, la moneda de 10 pesos chilenos se ha convertido en una especie de llave que abre las puertas de Valdivia, una ciudad que guarda un tesoro oculto entre sus encantos. Si tienes la suerte de encontrar una de estas monedas, podrás disfrutar de una experiencia única y enriquecedora, tanto cultural como económicamente. Y si no, siempre podrás admirar las otras variantes de esta moneda, que también tienen su historia y su valor. ¿Te animas a descubrirlas?