La moneda de 10 pesos chilena es una de las más antiguas y variadas del país. Desde su introducción en 1975, ha tenido varios diseños, materiales y tamaños, que reflejan los cambios económicos, políticos y sociales que ha vivido Chile en las últimas décadas. En esta nota, exploraremos la historia y el valor de esta moneda, así como las lecciones que puede ofrecernos sobre la economía chilena.
La primera serie de monedas de 10 pesos se acuñó en 1976, con una aleación de cobre y níquel, y tenía el perfil de Bernardo O’Higgins, el libertador de Chile, en el anverso, y una corona de laureles con el valor y el año en el reverso. Esta moneda se mantuvo en circulación hasta 1980, cuando se cambió el material por níquel y bronce, y se redujo el diámetro de 21 a 20 milímetros.
En 1981, se introdujo una nueva serie de monedas de 10 pesos, con un diseño completamente diferente. En el anverso, se reemplazó el escudo nacional por el cóndor andino, el ave nacional, y en el reverso, se eliminó la corona de laureles y se añadió el nombre del país. Esta moneda se hizo de aluminio y bronce, y se mantuvo el mismo diámetro.
Te podría interesar
Esta serie se acuñó hasta 2017, con algunas variaciones en el canto y el grosor. Esta moneda refleja la recuperación económica que experimentó Chile en los años 80 y 90, gracias a las reformas estructurales, la apertura comercial y la estabilidad financiera que impulsaron el crecimiento y la inversión.
Sin embargo, dentro de esta serie, hay una moneda muy especial y rara, que se conoce como la “mula” de 1990. Se trata de una moneda que tiene un borde extremadamente grueso en el anverso y uno muy delgado en el reverso. Este detalle se debe a que es el resultado del cruce de dos variantes de monedas creadas en ese año. Por eso se le llama “mula”, ya que ese es el nombre del animal que nace del cruce entre una yegua y un burro. Esta moneda es muy cotizada por los coleccionistas, ya que se estima que solo existen unas 300 en el mundo.
La moneda de 10 pesos chilena es, por tanto, un tesoro numismático que puede enseñarnos sobre la economía de Chile. A través de sus diferentes series, podemos apreciar los momentos de crisis y de auge, los cambios de modelo y de política, y los desafíos y las oportunidades que ha enfrentado el país en su desarrollo. Esta moneda es también un símbolo de la identidad y la cultura chilena, que ha sabido adaptarse y superarse en un contexto global y cambiante.