Roberto Cox fue enviado por Chilevisión a cubrir en Londres el funeral de la reina Isabel II, quien falleció a los 96 años. Dicha noticia como era de esperarse transcendió en todo el mundo por lo que un equipo de este canal se dirigió al lugar.
Con muchas ganas de hacer un buen trabajo, Roberto Cox armó sus maletas y salió. Pero, lo que no se imaginó que su traslado al viejo continente estaría lleno de inconvenientes. Vivió de todo.
Le cancelaron vuelos, filas eternas y dificultad para encontrar movilidad fue parte de lo que pasó al llegar a suelos británicos. Todo lo dejó registrado en sus redes sociales.
"¡Llegamos a Londres! Nos cancelaron un vuelo en Santiago y tuvimos que hacer malabares para llegar. Cansados pero muy entusiasmados en esta nueva cobertura", contó junto a una foto acompañado de su camarógrafo.
En esta línea, el periodista explicó en sus historias que se dirigirían al hotel para luego ir al Palacio de Buckingham, lugar desde donde esperaba hacer un enlace en vivo con el noticiero para entregar detalles de lo que sucede en cuanto al funeral de la reina.
Pero las cosas no salieron como las planificó, ya que otras complicaciones vivió el rostro de CHV debido a la gran cantidad de gente que ha llegado a la ciudad para presenciar el último adiós a la madre del Rey Carlos III. "Son las 00:30 horas en Londres. Tras demorarnos más de dos horas en policía internacional, esta es la fila que hay acá para tomar un taxi. No llegan muchos, esto prácticamente no avanza", reclamó.
"No sé si esto es siempre así en Londres, pero salir del aeropuerto ha sido una verdadera pesadilla, después de más de 24 horas de viaje". Después de un largo rato, el periodista logró salir en pantalla en CHV Noticias, espacio en el que volvió a referirse a lo sucedido.
"Ha sido una pesadilla. Desde que llegamos acá pasaron 33 horas y es un viaje mucho más simple, sin embargo tuvimos que salir a toda velocidad. Nos cancelaron el primer vuelo, tuvimos que esperar 10 horas en el aeropuerto. Había poquito personal en policía internacional para entrar al país, una fila de una hora y media. Luego, nos tocó una fila de una hora para tomar un taxi, nos cancelaban los autos de las aplicaciones", fue parte de lo que explicó Roberto Cox.