Jennifer Lopez y Ben Affleck sin duda, son la pareja del año. Tras volver a darse una segunda oportunidad. Casi 20 años después han comenzado una nueva relación a la velocidad de la luz. Y nos han sorprendido con una inesperada segunda boda.
Todo ocurre, luego de que, Jennifer Lopez anunciara una separación de mutuo acuerdo para que cada uno logre desarrollar sus actividades profesionales. Sin embargo, tal parece que después de su boda secreta en Las Vegas el pasado 16 de julio de este año, tenían preparada una segunda celebración con todos los detalles que implica tan importante unión.
Esta vez pensada para un centenar de invitados, con todos sus hijos presentes y en una fiesta de tres días: una cena el viernes por la noche, la ceremonia oficial, el sábado y el domingo, se ha puesto fin al evento con una barbacoa de despedida a los invitados.
La boda celebrada, se ha realizado en Savannah, Georgia, en una parcela de más de 35 hectáreas. Con una casa de estilo colonial y propiedad del actor. Esta lujosa mansión donde se han dado el “Sí, quiero” es el mismo lugar donde 20 años atrás tuvieron que cancelar su boda.
De acuerdo, a los datos del medio TMZ, para su gran día JLo ha escogido un vestido blanco con una gran cola, mientras que él ha optado por un esmoquin con chaqueta blanca y pantalón oscuro.
La pareja llegó al sitio del evento, que se encuentra en una isla, a bordo de un bote, saludando a sus seres queridos, quienes, emocionados, los esperaban en el muelle.
Entre los asistentes a la boda del año podemos encontrar al actor Matt Damon y a su esposa Luciana, al comediante Jimmy Kimmel, al cineasta Kevin Smith, al empresario Patrick Whitesell, al actor Jason Mewes y al agente de talentos Patrick Whitesell. Cabe destacar que todos los invitados vistieron looks en color blanco.
¿Cuál fue el menú en la boda?
Pese a que la pareja tuvo una recepción de cuento de hadas en la mansión valuada en 8.9 millones de dólares, Jenifer Lopez y Ben Affleck optaron por un banquete de lo más casual. El menú fue barbacoa al estilo estadounidense. También hubo platillos tradicionales de Puerto Rico, que incluyeron delicias como chuletas de cerdo, vegetales y arroz, alternado con comida sureña como macarrones con queso y pollo asado.