Pancho Saavedra se confiesa y habla sobre sus tratamientos de belleza, en específico, como ha cambiado su manera de pensar después de haberse adosado al uso de bótox además de varias cirugías.
Pancho Saavedra a propósito de la grabación del comercial de la nueva temporada de “Socios de la Parrilla”, encontró la manera para hablar de sus transformaciones. Todo esto luego de que la productora les dijera que les fue muy bien con la audiencia en su anteriro salida; sin embargo, le reclamaron que "los encontraron un poco pasados de peso, feos, arrugados y avejentados".
Tras ese comentario, los presentadores Pancho Saavedra, Jorge Zabaleta y Pedro Ruminot sorprendieron a todos cuando lucieron sus rostros transformados, con los pómulos levantados y las cejas estiradas. Pero eso no fue todo ya que el cambio de aspecto también incluyó injertos de cabello, exceso de mentol y dentadura nueva.
Al verse al espejo, el animador de “Te paso a Buscar” recordó que cuando estaba en el programa de la “Alfombra Roja” se inyectaba dos veces al año.“Me vi en unas publicidades y dije se acabó. Hace un año dejé porque ya parecía muñeca de loza", confesó con total honestidad.
En este marco, el famoso también recordó sus visitas al quirófano para hacerse casi por completo: “liposucción abdominal, de pectorales, y extracción de las bolsas de Bichat (en las mejillas)”, reveló en detalle las intervenciones que se hizo a sus 30 años.
Pancho Saavedra sostuvo que estaba en una línea equivocada al reconocer que se "tendría que haber preocupado mucho más de hacer mejor su trabajo. La gente no me va a querer más o menos por tener arrugas", admitió.
Por otro lado, el célebre aclaró que cuando les sugirió a sus compañeros televisivos hacer este cambio con la ayuda de efectos estéticos realizados por una maquilladora encontró una manera de reírse de eso.
Finalmente así lo hizo Pancho Saavedra al publicar las imágenes en sus cuentas de Instagram. Allí los internautas no dudaron en dejar sus comentarios, tales como: “demasiados hilos, se los dejaron muy tirantes" o “¿qué les paso?”, entre cientos de otros que se divirtieron con la postal.