Priscilla Vargas, histórica conductora del canal Mega para el que trabajó durante veinte años, reveló recientemente que a pesar de su trayectoria en el canal, le tocó vivir momentos de malos traros por motivos que le cuesta creer que hayan sido un problema en su carrera.
La periodista es reconocida por haber estado durante largos años al frente del informativo de la televisora chilena, posicionándose como una de las figuras más familiares de los medios locales. A pesar de esto, durante su periodo en Mega, Priscilla Vargas vivió incómodos momentos en los que, a causa de su nombre, no habría sido tenida en cuenta para cubrir trabajos en las calles, decepcionando así a la conductora por los tratos recibidos.
En una charla en la que fue invitada al programa conducido por Martín Cárcamo, ella narró cómo armó su carrera desde corta edad. Pasando por diferentes etapas, la estrella chilena fue reconocida con importantes premios a lo largo de su estadía al aire, de los cuales se destaca el Alumni Comunicaciones, entregado por la Universidad privada Andrés Bello, entre tantas otras menciones recibidas durante estos años.
Llegado el momento de la anécdota, la invitada en “De tú a tú” confesó algo que sorprendería a muchos, tratándose de un maltrato recibido por sus superiores durante su estadía en Mega. En la narración del hecho, señaló que estas diferencias se hacían debido a su nombre, y que en algunas ocasiones esto le costó incluso perder oportunidades de trabajo.
Sentada junto al conductor de Canal 13, la actual figura de “Aquí somos todos” contó una ocasión puntual en la que ella pidió una explicación de por qué no podría cubrir una nota con un móvil en la calle, y la respuesta que obtuvo fue: “Lo que pasa es que no te quieren porque te llamas Priscilla”, recibiendo, de esta forma, un trato diferente al de sus colegas.
Tras contar estas vivencias, la comunicadora recordó también cómo esto le afectó en su momento, explicando que luego de lo ocurrido ella se estacionó en la calle, shockeada por lo sucedido, y rompió en llanto.
La célebre añadió que en otras ocasiones también escuchó a otros del personal del canal para el que trabajaba decirse entre ellos “cómo la vas a mandar al móvil, se llama Priscila Vargas”, lo cual también la hizo sentir mal y entendió que siempre le iba a tocar demostrar más que al resto de sus compañeros.
Cerrando su anécdota, Priscilla Vargas mencionó que incluso en el momento que lo estaba viviendo le resultaba muy extraño ponerse mal por su nombre, y que entendía que no debería sufrir una diferenciación por esto. Por suerte esas épocas se terminaron, y hoy se encuentra en un presente mucho más amable.