Kika Silva, famosa actriz y presentadora de televisión chilena, desde hace un largo tiempo se encuentra viviendo fuera del país. Ella está radicada en Estados Unidos, pero desde allí se mantiene siempre conectada con todos los fanáticos que siguen su carrera hace tanto tiempo.
Su principal contacto con todos es Instagram, red donde Kika Silva tiene casi un millón de seguidores. En su perfil, además de compartir lo distinta que es su vida lejos de su país natal, aprovecha también para trabajar con diversas marcas. Incluso hace sorteos para el público con muchos de los regalos que recibe.
Los sorteos casi siempre se relacionan con objetos, o demás, para mascotas. Como sabemos, ella tiene un perro en casa, quien es su fiel compañero en cada cosa que hace. También podemos mencionar que la expanelista de espectáculos de Chilevisión colabora con muchas organizaciones que se encargan de rescatar animales que se encuentran en la calle.
En varias de las postales que la artista postea en el mundo virtual, se puede apreciar cuánto le agrada el verano, el calor, viajar e ir a la playa. En las últimas horas, subió varias imágenes suyas del fin de semana y allí, si bien recibió elogios de parte de los internautas, las críticas o malos mensajes de otros también estuvieron presentes.
Un usuario marcó un detalle de Silva y ella, lejos de sentirse mal por eso, se presentó como alguien que está muy orgullosa de cómo es. Incluso, se animó a publicar el comentario de su seguidor para dejar en claro que no le afecta.
Muchos años tuve el complejo. Ahora, a mucha honra.
Pese a esto, la postal maravilló al público, que de inmediato le dejó a Kika más de 27 mil "me gusta" y cerca de 130 comentarios, donde destacan su belleza y lo hermoso del paisaje. ¿Qué pensará el usuario que escribió esas palabras sobre la respuesta de la actriz?
Finalmente, Kika Silva quiso hacer, en un posteo siguiente, una reflexión en el marco del día de San Valentín. En lo que escribió, destaca principalmente la importancia del amor propio y lo importante que es detenerse un momento para ver nuestro interior.