Luis Jara es, al día de hoy, una de las personalidades más queridas de la escena musical. Así, con su talento ha trascendido las fronteras nacionales y llegado lejos como un icónico representante de la música de Chile. Esto le ha conseguido, por supuesto, miles de fanáticos al rededor del mundo.
En la actualidad, si bien es recurrente que Luis Jara vuelva aquí, a la tierra que lo vio nacer, desarrolla su vida en Miami, Estados Unidos, junto con otra serie de personalidades nacionales que decidieron mudarse a la otra punta del continente. Fue allí en donde le sucedió un imprevisto que lo afectó.
Fue en los pasados días que contó una desgracia que vivió. El infortunio fue perder su billetera, que se extravió en la ciudad sin que él lo notase. Así, compartió que cree que se le había quedado en la calle y que percibió su mala suerte al perder elementos importantes como el chip del celular, la tarjeta de crédito y los carnets de conducir de Chile y Estados Unidos. Mira más detalles aquí.
Pero la noticia sorprendió cuando el cantante rostro de TVN avisó que alguien se había comunicado para devolverle sus pertenencias, ya que las encontró tiradas en la carretera. Por el momento solo habían hecho una videollamada para acordar los detalles de la devolución, pero ahora el hecho pudo concretarse.
Así fue que ayer, miércoles 16 de agosto, el célebre se dirigió al lugar de encuentro. Con su auto en la ruta, escribió: "Buen día. Camino a buscar mi billetera". En el video subido posteriormente, puntualizó: "Ya, llegamos a una dirección que nos dieron para encontrarnos con Alexis, que es el muchacho que encontró mi billetera".
Prosiguió: "Y ahora lo vamos a ver en vivo, un acto de una honradez digna de destacar", aseguró, evidentemente agradecido por el gesto que el ciudadano tuvo para con su persona. "Gracias, mi querido": estas fueron las palabras que escribió en compañía del individuo.
La honradez aún existe.
Así cerró el tema Luis Jara, que afortunadamente ya recuperó todos sus documentos y pertenencias de máxima importancia. Es así como un infortunio tuvo un final harto feliz con el buen gesto para recordar. ¡Bien por él!