Iván Cabrera blanqueó su relación con Gala Caldirola hace algunas horas. Los rumores del noviazgo existían hace tiempo, pero se acrecentaron durante el final de la segunda temporada de “El Discípulo del Chef”, cuando la española arrojó algunos indicios.
Fue precisamente Caldirola quien confirmó su relación con Iván Cabrera, luego de meses de rumores, fotografías, mensajes y especulaciones de todo tipo. La española escribió un tierno mensaje y lo hizo público en su Instagram para contar sobre su pololo. Así llegó la confimación oficial.
Pero el Potro no se quedó atrás, y no dudó en confesar sus sentimientos por su compañera de reality. También, mediante una extensa dedicatoria en redes, confesó: “Aquí vamos y nos vamos reconociendo día a día, paso a paso, cara a cara y alma con alma”.
El exchico "Yingo" parece que finalmente se reencontró con el amor. En su relación anterior con Tiffany Magrini, las cosas no habían ido del todo bien y el final fue caótico. Recordemos que, tras la separación, la venezolana había comenzado una relación con el amigo de Cabrera, lo que originó un clima tenso y mediático de separación.
Pero eso ya pasó. Incluso la misma Tiffany Magrini, sin ánimos de ironía, brindó buenos deseos a su ex. “Que sean muy felices. Lo que pasó entre nosotros ya fue. Hoy en día tenemos una excelente relación de padres", confirmó.
Lo cierto es que Cabrera no para de confesar lo que siente por su nuevo amor. Primero, a través de su cuenta oficial, dejó un breve pero contundente mensaje, dedicado sobre todo a quienes bancan su nueva relación: "Mucho amor para todos. De verdad gracias por tanto cariño. Con eso me quedo, ya que en mi corazón no hay cabida para cosas negativas", escribió el bailarín.
Luego, Iván Cabrera prosiguió con una historia que refleja una nueva vida. "¿Vamos a vivir? Te invito", publicó junto a un emoji de corazón. Un mensaje claramente dedicado a su polola que lo tiene perdido de amor. El nuevo post, antes de las buenas noches, estuvo acompañado por una canción, "Disfruto" de Carla Morrison.
Quiero disfrutar contigo
el tiempo y el espacio
acariciarte el pelo
hasta que se te ponga la piel de gallina.